Cuando llega el momento de elegir materiales para encimeras de cocina, el cuarzo se presenta como una opción popular gracias a su durabilidad y apariencia atractiva. Sin embargo, si alguna vez has derramado vino tinto o café sobre una superficie de cuarzo, podrías haber notado que estas superficies pueden mancharse. ¿Por qué ocurre esto? Lo interesante es que, el cuarzo, por sí mismo, es un material no poroso, lo que teóricamente debería prevenir las manchas. Pero hay más en la historia.
Vayamos al grano: el cuarzo que se usa en encimeras no es cuarzo puro. Se trata de un compuesto de cuarzo triturado (alrededor de un 90% en peso) mezclado con resinas y pigmentos. Estas resinas, que son poliméricas, son responsables de la ligereza y resistencia del cuarzo como material para superficies. Pero aquí está la cuestión: aunque las resinas ayudan a sellar el cuarzo, también son susceptibles a las manchas. Las sustancias de color oscuro, especialmente aquellas con taninos y ácidos, pueden adherirse a estas resinas, dejando marcas visibles en la superficie.
Visité a un amigo que se acababa de mudar y tenía una cocina con encimeras de cuarzo de la marca Silestone. A pesar de su resistencia al rayado y al calor, me comentó que tuvo que limpiar rápidamente una mancha de salsa de tomate con un limpiador especializado. Según él, aunque estas encimeras son anunciadas como muy duraderas, la inversión en un buen producto de limpieza es indispensable. Y no es barato: un limpiador específico para manchas en cuarzo puede costar hasta 15 euros por cada 500 ml, un pequeño precio a pagar cuando consideras que una encimera de cuarzo puede costar entre 400 y 700 euros por metro cuadrado.
Además, según la revista Homedit, que realiza pruebas exhaustivas de materiales para hogar, el uso cotidiano puede hacer que las resinas en el cuarzo se desgasten, aumentando la probabilidad de manchas con el tiempo. Imagínate después de cinco años de uso, si no has sido diligente con el mantenimiento, podrías notar un cambio en la apariencia de tu encimera.
Una buena práctica es limpiar inmediatamente cualquier derrame con un paño húmedo y evitar productos de limpieza demasiado ácidos o alcalinos. Para combatir las manchas, lo mejor es utilizar un limpiador neutro con un pH de alrededor de 7, ya que productos más fuertes pueden dañar las resinas. Hay quienes incluso recomiendan remedios caseros, pero siempre es sabio seguir la guía del fabricante para evitar daños irreparables.
Si te interesa profundizar sobre este fenómeno de manchas en diferentes piedras utilizadas en encimeras, recomiendo visitar la página de Panmin, donde comparan la resistencia a manchas de cuarzo y granito. Allí indican, por ejemplo, que el granito, a pesar de ser menos resistente a rayas, puede repeler mejor ciertos líquidos si está correctamente sellado.
Finalmente, al considerar el cuarzo para tus superficies, tienes que tener en cuenta que la prevención es clave. Mantenerlo limpio y evitar la exposición prolongada a líquidos oscuros no solo mantendrá su belleza sino que también protegerá tu inversión a largo plazo. En este sentido, el cuarzo similar a un coche de lujo: con un mantenimiento adecuado puedes garantizar que luzca como nuevo por muchos años.